"Existe un hombre llamado capitán William Swenson que recientemente fue premiado con la medalla de honor del Congreso por sus acciones del 8 de septiembre de 2009. Ese día, una columna de tropas afganas y estadounidenses se abría paso por una parte de Afganistán para ayudar a proteger a un grupo de funcionarios del gobierno, de funcionarios afganos, que se reunirían con algunos ancianos locales de la aldea.
La columna fue emboscada, rodeada desde 3 flancos, y, entre otras muchas cosas, el capitán Swenson fue reconocido por lanzarse a fuego abierto para rescatar a los heridos y sacar a los muertos. Uno de los rescatados era un sargento, y junto a un compañero se dirigían a un helicóptero de evacuación médica. Lo notable de ese día es que, por pura coincidencia, uno de los médicos de evacuación, tenía una cámara de vídeo en el casco y capturó toda la escena en vídeo. Muestra al capitán Swenson y a su compañero rescatando a este soldado herido que había recibido un disparo en la nuca. Lo pusieron en el helicóptero, y luego se ve al capitán Swenson agacharse y darle un beso antes de darse la vuelta para rescatar a más gente.
Vi esto, y me dije a mí mismo, ¿de dónde vienen las personas así? ¿Qué es eso? Esa es una emoción profunda, la que motiva a actuar así. Allí hay amor, y quería saber por qué es que yo no trabajo con gente así. Ya saben, en el Ejército, dan medallas a personas que están dispuestas a sacrificarse para que otros puedan ganar. En las empresas damos bonus a las personas que están dispuestos a sacrificar a otros para poder ganar. Lo tenemos al revés, ¿no?"
En el siguiente vídeo, Simon Sinek desgrana aquellas cualidades que diferencian a los grandes líderes, a aquellas personas que queremos tener siempre a nuestro lado, desde una visión pragmática y basada en casos reales, para concienciar sobre el beneficio existente en motivar y proteger a los equipos para conseguir el éxito común. No dejes de verlo.